Del río helado saliendo
cristales profundos
tus muslos calzados
en mi cadera
los pelos raspando
mi panza
baja
te levantás,
alada una garza,
la entrada de luz
entre cedros llovidos
resalta los bordes
del agua
te mostrás vulnerable,
perdiste el miedo
a la fragilidad
se escribe como se desea
leí, si deseo azul
escribo tocando tus labios
haciendo más anchos
los huesos.
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