Te imaginaste que
si me dejaba crecer el pelo
iba a parecer
una actriz de los ochenta
o Gaby Sabatini
los hombros colmados
de rulos negros
el flequillo eufórico
cuando me fui de tu casa,
pasillo de plantas tropicales,
pedaleé por oroño
todavía húmeda
por la lluvia de la mañana,
el aire sin gente
se fundió en el pavimento,
una ballena de piel
tersa
en la superficie
una vez me preguntaron
qué era una confesión
las confesiones no existen,
dije, desconfío
de la gente
quiero escucharte decir
algo tuyo que no sepa nadie.
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